Gratitud y transferencias.
Jueves, 12 de Mayo de 2011A veces los recuerdos me reclaman.
Vienen a mí, habitan mis silencios,
se empañan en estar, buscan su hueco,
y me llenan las manos de palabras.
(Marisa de la Peña)
Marisa de la Peña
Si existe el agua, la transparencia, la ausencia de color, la limpieza palpable en la retina es ella quien la sabe sujetar sobre un poema. Acordona como pocos cada una de las etéreas láminas de viento y agua que soportan con estoicismo la carga del origen de la vida. Una vez atado el haz de invisibilidades, es capaz de revestirlo con un aroma a heno becqueriano o con el perfume a bestia que el poeta aspiró junto a Orihuela. Ella sabe… sabe aclimatar y dar aliento a esa transparencia prodigiosa. Lo hace de puntillas, delicada, atraviesa sin querer cualquier garganta y se clava en la sien de tal manera que la estancia reflexiva del silencio es parada obligada tras sus versos.
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Laura Gómez Recas y Fran Picón me dedicaron estas palabras como presentación en el segundo recital de “TRANSFERENZIAS”. Cuando algo así nos ocurre,cuando magníficos poetas, y lo que es mejor, magníficas personas, se refieren a una con palabras como estas, y cuando una sabe que nacen del afecto y la complicidad, no de la obligación ni del falso halago protocolario,entonces una( que no es de piedra) no puede por menos que sentirse feliz y a salvo. A salvo de las maledicencias, de las inquinas, de las falacias, de la prepotencia. A salvo, incluso, de mi propia vanidad.Gracias a todos los que hicistéis posible estos encuentros.Como muy bien dice Laura Gómez Recas “esto es lo que, seguramente, buscamos tanto. De nada sirven los reconocimientos, los libros, los premios, el nombre más o menos conocido… si no tenemos con quién compartirlo. Esta vez los versos han dado su verdadero fruto que no es otro que haber sido saboreados de verdad por los demás y haber conseguido unirnos en una noche tan especial.“.